lunes, 23 de diciembre de 2024

BERNADOTTE HACE PLANES (I): EL PRIMER PLAN BERNADOTTE

Folke Bernadotte, Conde de Wisborg (Estocolmo, 2 de Enero de 1895 - Jerusalén, 17 de Septiembre de 1948) fue un diplomático sueco que tuvo gran importancia en la negociación para el rescate de prisioneros de los nazis en la Segunda Guerra Mundial y después fue mediador de la ONU en el conflicto árabe judío.

Era nieto de Oscar II de Suecia y Noruega, y sobrino de Gustavo V de Suecia. Su padre, Óscar Bernadotte, fue desposeído de cualquier derecho al título real sueco por haber contraído un matrimonio morganático (esto es, con una mujer de rango nobiliario muy inferior al suyo) y se le concedió el título de Conde de Wisburg, que heredó su hijo Folke.

Hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, siendo Vicepresidente de la Cruz Roja Sueca, organizó varios intercambios de prisioneros entre Alemania y los Aliados y, en 1945, sirvió de mensajero a Heinrich Himmler para proponer (sin éxito) la rendición alemana a los Aliados Occidentales. Como muestra de buena voluntad, Himmler permitió la liberación de miles de prisioneros occidentales, que fueron trasladados en autobuses de la Cruz Roja (Operación "Autobuses Blancos")

Tras la guerra, fue nombrado, el 20 de Mayo de 1948, Mediador de las Naciones Unidas en Palestina. Durante su trabajo, logró que se pactara una primera tregua (del 11-06 al 09-07 de 1948) y, tras los Diez Días, gracias entre otras causas a sus esfuerzos diplomáticos, la ONU impuso la segunda tregua a partir del 19-07 de 1948. También sentó las bases para la creación de la UNRWA

Presentó informes periódicos sobre su trabajo, lo que incluyó dos Planes de posibles soluciones negociadas, que fueron rechazados por ambas partes en conflicto. Finalmente, a punto de presentar su segundo Plan, fue asesinado por miembros del Lejí en Jerusalén, el 17 de Septiembre de 1948.

Pero ¿Por qué le mataron? y ¿en qué influyó su muerte en el curso del conflicto? Veámoslo.

El Conde Bernadotte empieza a trabajar y consigue un Alto el Fuego

Tras la votación de la Asamblea General a favor de la Partición de Palestina debería haber empezado a trabajar la Comisión de las Naciones Unidas para Palestina, que se había creado en la misma Resolución nº 181 que sancionó la Partición (1).

La Comisión se encontró desde el primer momento con la hostilidad de los árabes, que estaban absolutamente en contra de cualquier Partición o solución que incluyese la creación de un estado judío independiente. Esto era esperado. Pero más sorprendente y relevante fue que la Potencia Mandataria, Reino Unido, ejerció todas las artimañas posibles para impedir que ejerciese sus funciones. Llegó, incluso, a no autorizar su traslado a Palestina argumentando que no podía garantizar su seguridad, porque su presencia aumentaría el riesgo de violencia (por parte de los árabes, evidentemente). Y, dado que sus tareas consistían, en resumen, en preparar la transición entre el gobierno del Mandato y los gobiernos de las comunidades árabe y judía, incluyendo el de la administración y de los servicios públicos esenciales, podemos achacar una buena parte de culpa en el colapso de la sociedad civil de la comunidad palestina a los dirigentes de la propia comunidad palestina, pero también al Reino Unido.

Tras la invasión del recién nacido Israel el 15 de Mayo de 1948 por los países árabes vecinos, la Comisión suspendió sine die sus trabajos; y nombró un "Mediador de las NU para Palestina", para el que fue elegido Folke Bernadotte, para entonces Presidente de la Cruz Roja sueca. (2) 

Bernadotte era un diplomático con experiencia, y estaba en buenas relaciones con EEUU y Reino Unido, que lo conocían desde su negociación con Himmler en 1945. Sin embargo, no gozaba de la confianza de las dos partes en conflicto:

  • Los países árabes rechazaban de plano el principio de la Partición; en general, apoyaban la idea de un solo estado donde los judíos, minoría, gozarían de la "protección" del gobierno (fuese éste Transjordania o una Palestina independiente); hasta entonces, consideraban que la ONU debía aceptar gobernar mediante un fideicomiso, y veían en la figura del Mediador una artimaña para retrasar la solución "adecuada".
  • Los judíos desconfiaban de Bernadotte justamente por lo contrario; apoyaban la Partición, y todo lo que fuese negociar y no declarar la independencia de su Estado lo consideraban un intento de dilatar plazos para imponer un estado único con gobierno árabe; de Abdullah de Transjordania o, peor aún, el Gran Muftí de Jerusalén. Además, el historial de Bernadotte como diplomático y su actividad en la Segunda Guerra Mundial no impresionaba, precisamente, a los judíos. Muchos consideraban que había mediado entre Alemania y los Aliados mostrando una equidistancia insultante; además, una mayoría abrumadora de los prisioneros que liberó Alemania en respuesta a las conversaciones Himmler-Bernadotte eran escandinavos, algunos occidentales (británicos, belgas o franceses); pero muy pocos eran judíos. (3)
  • Aparte de la ONU y los países occidentales (EEUU y Reino Unido), Bernadotte contaba con el apoyo de Transjordania, que como veremos iba a ser el gran beneficiado si sus planes se hubiesen aprobado. Otra cosa es que, como la Liga Árabe se oponía a cualquier intención de repartir Palestina (y, excepto Iraq, también al engrandecimiento de Transjordania a costa de Palestina) Abdullah no lo proclamase en voz alta.
La primera de sus labores fue intentar que las partes en conflicto aceptasen la Tregua que propuso el Consejo de Seguridad de la ONU el día 22; Israel la aceptó enseguida (el día 24; aunque tenía sus dudas, sobre todo en lo que se refiere a entrada de nuevos inmigrantes a Palestina, y el aporte de agua y alimentos a Jerusalén y los asentamientos sitiados) y los árabes, que aún tenían esperanzas de derrotar a Israel o, al menos, conquistar la mayor parte de Palestina, rechazaron dar su acuerdo de momento. 

Pero había más de lo que parecía en el campo árabe. Transjordania había conseguido ya, más o menos, sus objetivos, y no veía ventaja alguna en proseguir una guerra para la que (como sus patronos ingleses y el Comandante de la Legión John Glubb no dejaban de advertir al rey) no estaban preparados y podían perder; Iraq había sufrido humillantes derrotas, pero no podía reconocerlo, y en secreto abogaba porque las potencias internacionales les obligasen a un Alto el Fuego para poder protestar por "la victoria robada por los imperialistas". (4) Siria, Líbano (cuya participación en la guerra era testimonial) y Egipto pedían prolongar la guerra hasta la destrucción del Estado Judío.

Bernadotte se entrevistó con todos los actores. Israel estaba de acuerdo con la tregua, pero quería que se permitiera durante ella la inmigración y que se permitiera llevar material sanitario, alimentos y agua a Jerusalén y los asentamientos asediados. Los árabes pensaban encontrarse en superioridad militar (o al menos se jactaban de ello) y creían que una tregua beneficiaría a sus enemigos, (5) pero aceptaron cuando comprobaron que su intento de "blitzkrieg" había fracasado y que sus unidades militares estaban exhaustas y con un nivel alarmantemente bajo de municiones. 

El día 29 el Consejo de Seguridad ordenó el Alto el Fuego en 48 horas, amenazando con sanciones a quien no aceptase. Las dos partes declaraban estar de acuerdo, pero ponían pegas a determinadas condiciones. Finalmente, ambas partes aceptaron el 9 de Junio un Alto el Fuego a comenzar el 11 de Junio.

Ambas partes estaban dispuestas a violar la tregua de todas las maneras posibles, y lo hicieron. Los árabes reforzaron sus líneas con nuevas unidades de combate; trataron de evitar que Jerusalén y los asentamientos aislados recibieran suministros, y ocasionalmente dispararon contra el enemigo; los israelíes, por su parte, también reforzaron sus unidades en el frente; pero, sobre todo, lograron violar el embargo al introducir clandestinamente cantidades de armas y personal en edad militar.

Ciertamente, la tregua fue mucho más beneficiosa para Israel (no, desde luego, por causa de Bernadotte), pero resulta muy arriesgado asegurar que Israel ganó la guerra por la tregua (en el futuro los árabes, por supuesto, culparon a las "potencias internacionales" (y a Bernadotte con ellas) de haberles escamoteado una victoria que tenían al alcance de la mano. Pero, en realidad, la ofensiva árabe estaba estancada y exhausta; Israel ya había comprado las armas que compensarían, y aún darían la vuelta, a su anterior inferioridad; las recién creadas IDF se estaban cohesionando como unas fuerzas armadas regulares, con mandos preparados y logística muy superior a sus enemigos; e incluso la "Carretera de Burma"*, que rompía el bloqueo de Jerusalén, ya estaba operativa. Lo más probable es que, aunque Israel hubiese tardado más en vencer, lo hubiera hecho de todos modos. La guerra, seguramente, estaba decidida antes de la tregua.

El Primer Plan Bernadotte

El Mediador sueco, además de controlar que no se violase el embargo y que la tregua no supusiese ninguna ventaja para ninguna de las partes (incluyendo que al final de ella los depósitos de suministros y de agua estuviesen en el mismo estado que al principio; esto es, casi vacíos en el caso de Jerusalén y los establecimientos sitiados) (6) tenía como objetivos evitar que volviesen a empezar las hostilidades (prolongar la tregua) y conseguir un Armisticio definitivo, con Tratados de Paz estables si fuese posible.

Las principales dificultades que afrontaba Bernadotte eran: a) Por parte árabe, su negativa radical a aceptar la existencia de un Estado Judío, cualquiera que fuese su tamaño; b) por parte israelí, su disposición, para conseguir un Estado viable, a capturar tanto territorio como su fuerza militar le permitiera, incluso más allá de las fronteras que le adjudicó la Partición (7); y c) Solucionar el problema de los refugiados palestinos.
Fronteras del Primer Plan 
Bernadotte (Azul; Estado Judío;
Verde: Estado árabe, asociado a
Transjordania

Para eso, tras dos semanas de debates con su equipo de negociadores en Rodas, el 26 de Junio Bernadotte envió sus conclusiones preliminares a las dos partes en conflicto para, dos días después (28 de Junio) presentar el Primer Plan Bernadotte en la ONU. Las conclusiones se basaban en "tres hechos básicos e irrevocables", como les llamó Bernadotte:
  1. Israel existe.
  2. La conquista de la parte central del propuesto Estado árabe palestino por Transjordania era un hecho irreversible.
  3. La mejor solución al problema de Palestina era la partición en dos estados; pero no con la fórmula y las fronteras propuestas a la Partición de 1947.
En su Primer Plan, Bernadotte proponía:
  • Que el antiguo territorio del Mandato de Palestina original (esto es, incluyendo lo que vino a ser Transjordania) sería dividido entre un Estado Judío (que sería Israel) y un Estado Árabe (el Reino de Transjordania)
  • Ambos estados soberanos formarían una "Unión" aduanera y económica, que coordinaría también asuntos de política exterior y defensa común.
  • Las funciones y la autoridad de la Unión serían ejercidas por un "Consejo" del cual no se definía su composición ni su relación con los Gobiernos de ambos Estados.
  • La inmigración a cada uno de los dos territorios sería controlada por el propio Estado receptor durante dos años, y después sería regulado por el Consejo.
  • Los lugares de importancia religiosa serían preservados por el estado soberano que correspondiese, y los derechos de las minorías religiosas estarían garantizados.
  • El Negev quedaría incluído (en todo o en parte) en el Estado Árabe.
  • Galilea Occidental quedaría incluída (en todo o en parte) en el Estado Judío.
  • Jerusalén quedaría incluida en el Estado Árabe, con autonomía para la población judía.
  • Jaffa sería objeto de una discusión aparte.
  • Haifa y Lydda serían puerto y aeropuerto libre, respectivamente.
  • Los residentes de Palestina desplazados a causa de la guerra deberían poder retornar a sus casas sin restricciones y volver a tomar posesión de sus propiedades.
Partición recomendada
en el Plan Peel
El Plan, que concedía a los judíos aproximadamente el 50 % de la superficie que les había asignado la ONU, era prácticamente igual a las propuestas que los británicos habían hecho (a través de los consulados en Jerusalén y Haifa) poco antes de la primera Tregua. (9) Y de hecho, era también sorprendentemente parecido al "Plan Peel" que la Palestine Royal Comission había recomendado en 1937, tras estudiar la situación durante la "Revuelta Árabe" de 1937 y encontrar el Mandato inviable. Pero ¿a qué se debía esa "sorprendente" coincidencia? 

El conocimiento de Palestina que tenía Bernadotte antes de ser designado Mediador era insuficiente para garantizar una correcta comprensión de la situación; y, aunque se entrevistó con todos los actores relevantes del conflicto, tuvo que basarse, en gran medida, en los asesores que fueron designados para ayudarle. La visión que tenían muchos de ellos se aproximaba bastante a la del Foreign Office* británico y al Departamento de Estado* de EEUU, que creían que un Estado de Israel cuya cúpula dirigente provenía, en muchos casos, de Rusia (Ben Gurion, Moshe Shertok, Golda Meir) y de la cultura de los kibbutzim podía ser fácilmente un Caballo de Troya para la infiltración soviética; y por lo tanto debía ser protegido por Transjordania; que, a su vez, también era un pupilo del Reino Unido.

El propio Foreign Office influyó -aunque sutilmente en esta fase- en las ideas del conde sueco; tanto a través de los asesores, como se ha dicho, como a través de la Prensa y expertos, que Bernadotte no podía dejar de consultar. Tengamos en cuenta que Bernadotte tenía una buena relación previa con los diplomáticos y militares britániscos, desde sus tiempos de la Segunda Guerra Mundial, y creía con honestidad en la buena intención del Reino Unido.

Otra cuestión que también influyó en la confección del Plan fue que, entre los asesores, no había ningún militar; por lo tanto, Bernadotte y sus colaboradores tenían una muy pobre comprensión de la situación militar. Creían, seguramente con honestidad, que la situación militar estaba equilibrada, y no eran conscientes de que Israel había conseguido una clara superioridad, que en el futuro se iría haciendo cada vez mayor,

También se ha sugerido que, más o menos inconscientemente, Bernadotte creyese que la Partición era injusta, o al menos la considerase equivocada, (10) y que sintiese compasión  por los árabes desplazados; por ello, y para favorecer una confederación con los árabes que evitase nuevas guerras, su tendencia sería, también por estos motivos, la de reducir el Estado Judío a su mínima expresión y dejarle en una posición de obligada colaboración con Transjordania.

El caso es que el Plan Bernadotte era francamente disparatado:
  • La inmigración (piedra de toque para el crecimiento de Israel, y esperanza de millones de judíos sobrevivientes a Hitler y perseguidos en países árabes) sólo se permitiría libremente los dos primeros años; más adelante sería sometido al Consejo, del que no se proponía composición ni forma de elección de sus miembros. Por una simple cuestión demográfica (los ciudadanos árabes de la "Unión" casi triplicarían a los judíos) y social-histórica (la sociedad transjordana - palestina tenía unas estructuras semi tribales y poco democráticas) los miembros del Consejo serían probablemente, en una clara mayoría, árabes afines al Rey. El Rey abriría o cerraría la inmigración a conveniencia, pero resultaría muy improbable que se arriesgase a convertirse en impopular permitiendo altas tasas de inmigración judía.
  • Considerando (como los británicos, y seguramente influido por ellos) que el balance militar estaba nivelado, Bernadotte consideraba justo una especie de intercambio entre Galilea Occidental (que había sido asignada en la Partición al Estado Árabe) por el Negev, que había sido asignado a los judíos. Pero el Mediador creía que militarmente Galilea aún estaba en disputa y el Negev firmemente en manos egipcias; cuando, en realidad, Galilea Occidental estaba casi completamente en manos de Israel, y el ejército egipcio estaba excesivamente extendido y había estirado sus líneas de comunicación en exceso (lo que causó su colapso en cuanto Israel atacó, en Otoño). Finalmente, Bernadotte consideraba que los israelíes preferirían la fértil Galilea Occidental al desértico territorio -mucho más grande- del Negev (el conde no se dio cuenta de que la sugerencia -aparentemente inocente- de los británicos en este sentido se debía a sus intereses estratégicos: el Negev les permitiría establecer un continuum entre sus aliados árabes y entre el Golfo Pérsico y el canal de Suez). Además, el Negev era muy apetitoso para los israelíes, que pensaban poner a cultivar grandes extensiones de él y obtener una salida al Mar Rojo por el Golfo de Aqaba.
  • Jaffa, de la que se decía que "sería objeto de una consideración aparte", estaba destinada a ofrecer un puerto al Mediterráneo para Transjordania, con una ruta de comunicación a través de Israel para las mercancías del país árabe. Los judíos eran conscientes de ello, y no estaban dispuestos a aceptarlo; ya que, aunque Jaffa había sido asignada como enclave al Estado Árabe, actualmente estaba totalmente poblada por judíos.
  • El intercambio entre Lydda y Haifa (como aeropuerto y puerto libre), no era los equitativo que parecía, pues la importancia de Haifa, como puerto, y final del Oleoducto de Mosul, era infinitamente superior a la relevancia de Lydda como aeropuerto (que no tenía nada de particular).
  • Tampoco sonaba muy realista el retorno de los desplazados a sus lugares de origen; incluso en la miniatura de Estado que el Plan Bernadotte concedía a los judíos, el resultado sería dos comunidades con un odio irreconciliable entre ellos, con una población árabe casi tan numerosa como la mayoría judía, y federados a otro estado árabe con un gobierno árabe.
  • Pero lo peor, lo más inadmisible para el Estado Judío, era que Jerusalén, con mayoría de población judía y cuyo asedio, al menos de momento, estaba roto, se entregaba al Estado Árabe.

Era un Plan que no ofrecía nada a Israel que no tuviera o pudiese conseguir en breve plazo si se reanudaban las hostilidades. Por lo tanto, pensando hacer una oferta justa, Bernadotte diseñó un Plan condenado al fracaso.

Por parte de los árabes, su empecinamiento en no aceptar el reconocimiento de un Estado Judío, por pequeño que fuese, cegó a sus gobiernos. Unos porque pensaban que aún podían ganar la guerra; otros por miedo a la opinión pública de sus países, y Transjordania (el único que había conseguido lo que quería) por miedo al resto de países árabes, rechazaron el Primer Plan Bernadotte.

El último éxito de Bernadotte antes del final del Alto el Fuego fue, el 3 de Julio, lograr un acuerdo de Zona Desmilitarizada para el enclave israelí de Mount Scopus, dentro de la zona árabe. Incluía el Hospital de Hadassah y la Universidad Hebrea. Animado, ofreció este pacto como modelo para desmilitarizar Jerusalén y los Santos Lugares. Israel se mostró dispuesto a discutir el asunto "bajo ciertas condiciones", pero los países árabes rehusaron tomarlo en consideración. (11)

Y, sin más, llegó el final de la tregua, y la guerra se reanudó.

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* Enlaces en inglés. Aunque mis preferencias serán siempre enlazar a información en español, aunque sea menos completa, en algunos casos la diferencia en la información ofrecida justifica enlazar a páginas en otros idiomas. Ruego disculpen las molestias.

**Enlaces en francés

***Enlaces en otros idiomas


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  1. La integraban representantes de Checoslovaquia (Karel Lisicky, Presidente de la Comisión), Bolivia, Panamá, Filipinas y Dinamarca.
  2. Para aceptar el papel de mediador, Bernadotte pidió que los cinco "grandes" (EEUU, URSS, Reino Unido, Francia y China) aceptaran su nombramiento, y pidió que le asignaran asesores expertos en el espinoso asunto de Palestina. (Bernadotte, Folke: "Till Jerusalem"; Ed. Saga EGMONT. Copenhage, 1950; P. 5) El colaborador más importante fue Ralph Bunche, oficial de la ONU experto en el tema de Palestina, y futuro sucesor de Bernadotte
  3. Yehuda Lapidut*: "Count Bernadotte"* en "Besiege", 1992. Es cierto que los prisioneros liberados por mediación de Bernadotte, en su gran mayoría, eran escandinavos; pero no está claro que fuese por petición del conde sueco; pudo ser, perfectamente, porque Himmler quería agradar a Bernadotte y conseguir su ayuda para su gran objetivo: negociar con los Aliados una paz parcial que permitiese salvar el régimen nazi (y que Himmler sustituyese a Hitler en la cima del poder).
  4. Benny Morris: 1948 A History of the First Arab-Israeli War; Yale University Press, Newhaven & London, 2008. Pg 265. Lo de buscar que alguien justifique la derrota como una traición es una constante en el Mundo Árabe del siglo XX: no reconocer nunca la derrota y, si la reconocen, encontrar un traidor, sin el cual no se puede explicar el fracaso. 
  5. Curiosamente, también los judíos pensaban que la tregua beneficiaría a los árabes, al creer que un embargo como el que se proponía en la Resolución de Alto el Fuego impediría a Israel importar armas y municiones; mientras que a los países árabes les sería mucho más fácil burlar dicho embargo, dada su condición de estados soberanos. (Bernadotte, Folke; "Op Cit", Pg 31)
  6. Eso difícilmente se entiende en la actualidad, pero la doctrina internacional por entonces  consideraba que el hambre y la sed son armas de guerra tan válidas como las balas.
  7. Ben-Gurion, Protocolo de la Reunión del Gobierno Provisional, 12-May-1948 por la tarde; Archivo del Estado de Israel, 113.
  8. Ilan, Amitzur. "Bernadotte in Palestine, 1948". New York: St. Martin’s Press, New York, 1989. Pg 135 sus.
  9. Yoav Gelber: "Palestine, 1948; War, Escape abd the Emergence of the Palestinian Refugee Problem"; Sussex Academic Press, 2006. Pg 187
  10. Bernadotte califica la Partición con estas palabras "la decisión adoptada por la Asamblea General de la ONU el 29 de noviembre de 1947 era desafortunada. No hacía falta ser profeta para prever que esta decisión conduciría a graves conflictos y que no podría ser permanente a largo plazo." (Bernadotte, Folke; Op. cit. Pg 92).
  11. Más adelante los países árabes aseguraron haber consentido en la desmilitarización. Bernadotte lo desmintió rotundamente en su Segundo Informe de 16 de Septiembre.

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