Era nieto de Oscar II de Suecia y Noruega, y sobrino de Gustavo V de Suecia. Su padre, Óscar Bernadotte, fue desposeído de cualquier derecho al título real sueco por haber contraído un matrimonio morganático (esto es, con una mujer de rango nobiliario muy inferior al suyo) y se le concedió el título de Conde de Wisburg, que heredó su hijo Folke.
Hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, siendo Vicepresidente de la Cruz Roja Sueca, organizó varios intercambios de prisioneros entre Alemania y los Aliados y, en 1945, sirvió de mensajero a Heinrich Himmler para proponer (sin éxito) la rendición alemana a los Aliados Occidentales. Como muestra de buena voluntad, Himmler permitió la liberación de miles de prisioneros occidentales, que fueron trasladados en autobuses de la Cruz Roja (Operación "Autobuses Blancos")
Tras la guerra, fue nombrado, el 20 de Mayo de 1948, Mediador de las Naciones Unidas en Palestina. Durante su trabajo, logró que se pactara una primera tregua (del 11-06 al 09-07 de 1948) y, tras los Diez Días, gracias entre otras causas a sus esfuerzos diplomáticos, la ONU impuso la segunda tregua a partir del 19-07 de 1948. También sentó las bases para la creación de la UNRWA.
Presentó informes periódicos sobre su trabajo, lo que incluyó dos Planes de posibles soluciones negociadas, que fueron rechazados por ambas partes en conflicto. Finalmente, a punto de presentar su segundo Plan, fue asesinado por miembros del Lejí en Jerusalén, el 17 de Septiembre de 1948.
Pero ¿Por qué le mataron? y ¿en qué influyó su muerte en el curso del conflicto? Veámoslo.
Bernadotte era un diplomático con experiencia, y estaba en buenas relaciones con EEUU y Reino Unido, que lo conocían desde su negociación con Himmler en 1945. Sin embargo, no gozaba de la confianza de las dos partes en conflicto:
- Los países árabes rechazaban de plano el principio de la Partición; en general, apoyaban la idea de un solo estado donde los judíos, minoría, gozarían de la "protección" del gobierno (fuese éste Transjordania o una Palestina independiente); hasta entonces, consideraban que la ONU debía aceptar gobernar mediante un fideicomiso, y veían en la figura del Mediador una artimaña para retrasar la solución "adecuada".
- Los judíos desconfiaban de Bernadotte justamente por lo contrario; apoyaban la Partición, y todo lo que fuese negociar y no declarar la independencia de su Estado lo consideraban un intento de dilatar plazos para imponer un estado único con gobierno árabe; de Abdullah de Transjordania o, peor aún, el Gran Muftí de Jerusalén. Además, el historial de Bernadotte como diplomático y su actividad en la Segunda Guerra Mundial no impresionaba, precisamente, a los judíos. Muchos consideraban que había mediado entre Alemania y los Aliados mostrando una equidistancia insultante; además, una mayoría abrumadora de los prisioneros que liberó Alemania en respuesta a las conversaciones Himmler-Bernadotte eran escandinavos, algunos occidentales (británicos, belgas o franceses); pero muy pocos eran judíos. (3)
- Aparte de la ONU y los países occidentales (EEUU y Reino Unido), Bernadotte contaba con el apoyo de Transjordania, que como veremos iba a ser el gran beneficiado si sus planes se hubiesen aprobado. Otra cosa es que, como la Liga Árabe se oponía a cualquier intención de repartir Palestina (y, excepto Iraq, también al engrandecimiento de Transjordania a costa de Palestina) Abdullah no lo proclamase en voz alta.
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Fronteras del Primer Plan Bernadotte (Azul; Estado Judío; Verde: Estado árabe, asociado a Transjordania |
Para eso, tras dos semanas de debates con su equipo de negociadores en Rodas, el 26 de Junio Bernadotte envió sus conclusiones preliminares a las dos partes en conflicto para, dos días después (28 de Junio) presentar el Primer Plan Bernadotte en la ONU. Las conclusiones se basaban en "tres hechos básicos e irrevocables", como les llamó Bernadotte:
- Israel existe.
- La conquista de la parte central del propuesto Estado árabe palestino por Transjordania era un hecho irreversible.
- La mejor solución al problema de Palestina era la partición en dos estados; pero no con la fórmula y las fronteras propuestas a la Partición de 1947.
- Que el antiguo territorio del Mandato de Palestina original (esto es, incluyendo lo que vino a ser Transjordania) sería dividido entre un Estado Judío (que sería Israel) y un Estado Árabe (el Reino de Transjordania)
- Ambos estados soberanos formarían una "Unión" aduanera y económica, que coordinaría también asuntos de política exterior y defensa común.
- Las funciones y la autoridad de la Unión serían ejercidas por un "Consejo" del cual no se definía su composición ni su relación con los Gobiernos de ambos Estados.
- La inmigración a cada uno de los dos territorios sería controlada por el propio Estado receptor durante dos años, y después sería regulado por el Consejo.
- Los lugares de importancia religiosa serían preservados por el estado soberano que correspondiese, y los derechos de las minorías religiosas estarían garantizados.
- El Negev quedaría incluído (en todo o en parte) en el Estado Árabe.
- Galilea Occidental quedaría incluída (en todo o en parte) en el Estado Judío.
- Jerusalén quedaría incluida en el Estado Árabe, con autonomía para la población judía.
- Jaffa sería objeto de una discusión aparte.
- Haifa y Lydda serían puerto y aeropuerto libre, respectivamente.
- Los residentes de Palestina desplazados a causa de la guerra deberían poder retornar a sus casas sin restricciones y volver a tomar posesión de sus propiedades.
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Partición recomendada en el Plan Peel |
- La inmigración (piedra de toque para el crecimiento de Israel, y esperanza de millones de judíos sobrevivientes a Hitler y perseguidos en países árabes) sólo se permitiría libremente los dos primeros años; más adelante sería sometido al Consejo, del que no se proponía composición ni forma de elección de sus miembros. Por una simple cuestión demográfica (los ciudadanos árabes de la "Unión" casi triplicarían a los judíos) y social-histórica (la sociedad transjordana - palestina tenía unas estructuras semi tribales y poco democráticas) los miembros del Consejo serían probablemente, en una clara mayoría, árabes afines al Rey. El Rey abriría o cerraría la inmigración a conveniencia, pero resultaría muy improbable que se arriesgase a convertirse en impopular permitiendo altas tasas de inmigración judía.
- Considerando (como los británicos, y seguramente influido por ellos) que el balance militar estaba nivelado, Bernadotte consideraba justo una especie de intercambio entre Galilea Occidental (que había sido asignada en la Partición al Estado Árabe) por el Negev, que había sido asignado a los judíos. Pero el Mediador creía que militarmente Galilea aún estaba en disputa y el Negev firmemente en manos egipcias; cuando, en realidad, Galilea Occidental estaba casi completamente en manos de Israel, y el ejército egipcio estaba excesivamente extendido y había estirado sus líneas de comunicación en exceso (lo que causó su colapso en cuanto Israel atacó, en Otoño). Finalmente, Bernadotte consideraba que los israelíes preferirían la fértil Galilea Occidental al desértico territorio -mucho más grande- del Negev (el conde no se dio cuenta de que la sugerencia -aparentemente inocente- de los británicos en este sentido se debía a sus intereses estratégicos: el Negev les permitiría establecer un continuum entre sus aliados árabes y entre el Golfo Pérsico y el canal de Suez). Además, el Negev era muy apetitoso para los israelíes, que pensaban poner a cultivar grandes extensiones de él y obtener una salida al Mar Rojo por el Golfo de Aqaba.
- Jaffa, de la que se decía que "sería objeto de una consideración aparte", estaba destinada a ofrecer un puerto al Mediterráneo para Transjordania, con una ruta de comunicación a través de Israel para las mercancías del país árabe. Los judíos eran conscientes de ello, y no estaban dispuestos a aceptarlo; ya que, aunque Jaffa había sido asignada como enclave al Estado Árabe, actualmente estaba totalmente poblada por judíos.
- El intercambio entre Lydda y Haifa (como aeropuerto y puerto libre), no era los equitativo que parecía, pues la importancia de Haifa, como puerto, y final del Oleoducto de Mosul, era infinitamente superior a la relevancia de Lydda como aeropuerto (que no tenía nada de particular).
- Tampoco sonaba muy realista el retorno de los desplazados a sus lugares de origen; incluso en la miniatura de Estado que el Plan Bernadotte concedía a los judíos, el resultado sería dos comunidades con un odio irreconciliable entre ellos, con una población árabe casi tan numerosa como la mayoría judía, y federados a otro estado árabe con un gobierno árabe.
- Pero lo peor, lo más inadmisible para el Estado Judío, era que Jerusalén, con mayoría de población judía y cuyo asedio, al menos de momento, estaba roto, se entregaba al Estado Árabe.
Era un Plan que no ofrecía nada a Israel que no tuviera o pudiese conseguir en breve plazo si se reanudaban las hostilidades. Por lo tanto, pensando hacer una oferta justa, Bernadotte diseñó un Plan condenado al fracaso.
Por parte de los árabes, su empecinamiento en no aceptar el reconocimiento de un Estado Judío, por pequeño que fuese, cegó a sus gobiernos. Unos porque pensaban que aún podían ganar la guerra; otros por miedo a la opinión pública de sus países, y Transjordania (el único que había conseguido lo que quería) por miedo al resto de países árabes, rechazaron el Primer Plan Bernadotte.
El último éxito de Bernadotte antes del final del Alto el Fuego fue, el 3 de Julio, lograr un acuerdo de Zona Desmilitarizada para el enclave israelí de Mount Scopus, dentro de la zona árabe. Incluía el Hospital de Hadassah y la Universidad Hebrea. Animado, ofreció este pacto como modelo para desmilitarizar Jerusalén y los Santos Lugares. Israel se mostró dispuesto a discutir el asunto "bajo ciertas condiciones", pero los países árabes rehusaron tomarlo en consideración. (11)
Y, sin más, llegó el final de la tregua, y la guerra se reanudó.
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- La integraban representantes de Checoslovaquia (Karel Lisicky, Presidente de la Comisión), Bolivia, Panamá, Filipinas y Dinamarca.
- Para aceptar el papel de mediador, Bernadotte pidió que los cinco "grandes" (EEUU, URSS, Reino Unido, Francia y China) aceptaran su nombramiento, y pidió que le asignaran asesores expertos en el espinoso asunto de Palestina. (Bernadotte, Folke: "Till Jerusalem"; Ed. Saga EGMONT. Copenhage, 1950; P. 5) El colaborador más importante fue Ralph Bunche, oficial de la ONU experto en el tema de Palestina, y futuro sucesor de Bernadotte
- Yehuda Lapidut*: "Count Bernadotte"* en "Besiege", 1992. Es cierto que los prisioneros liberados por mediación de Bernadotte, en su gran mayoría, eran escandinavos; pero no está claro que fuese por petición del conde sueco; pudo ser, perfectamente, porque Himmler quería agradar a Bernadotte y conseguir su ayuda para su gran objetivo: negociar con los Aliados una paz parcial que permitiese salvar el régimen nazi (y que Himmler sustituyese a Hitler en la cima del poder).
- Benny Morris: 1948 A History of the First Arab-Israeli War; Yale University Press, Newhaven & London, 2008. Pg 265. Lo de buscar que alguien justifique la derrota como una traición es una constante en el Mundo Árabe del siglo XX: no reconocer nunca la derrota y, si la reconocen, encontrar un traidor, sin el cual no se puede explicar el fracaso.
- Curiosamente, también los judíos pensaban que la tregua beneficiaría a los árabes, al creer que un embargo como el que se proponía en la Resolución de Alto el Fuego impediría a Israel importar armas y municiones; mientras que a los países árabes les sería mucho más fácil burlar dicho embargo, dada su condición de estados soberanos. (Bernadotte, Folke; "Op Cit", Pg 31)
- Eso difícilmente se entiende en la actualidad, pero la doctrina internacional por entonces consideraba que el hambre y la sed son armas de guerra tan válidas como las balas.
- Ben-Gurion, Protocolo de la Reunión del Gobierno Provisional, 12-May-1948 por la tarde; Archivo del Estado de Israel, 113.
- Ilan, Amitzur. "Bernadotte in Palestine, 1948". New York: St. Martin’s Press, New York, 1989. Pg 135 sus.
- Yoav Gelber: "Palestine, 1948; War, Escape abd the Emergence of the Palestinian Refugee Problem"; Sussex Academic Press, 2006. Pg 187
- Bernadotte califica la Partición con estas palabras "la decisión adoptada por la Asamblea General de la ONU el 29 de noviembre de 1947 era desafortunada. No hacía falta ser profeta para prever que esta decisión conduciría a graves conflictos y que no podría ser permanente a largo plazo." (Bernadotte, Folke; Op. cit. Pg 92).
- Más adelante los países árabes aseguraron haber consentido en la desmilitarización. Bernadotte lo desmintió rotundamente en su Segundo Informe de 16 de Septiembre.
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