sábado, 13 de mayo de 2017

INDICE CRONOLÓGICO


1917




1920



1936

ABRIL
1937

JULIO
SEPTIEMBRE

MAYO

ABRIL
MAYO

LAWRENCE DE ARABIA, O LA NO-TAN-EXITOSA-REVUELTA ÁRABE (y IV): QUIÉN HIZO TRAMPAS EN LA PARTIDA

En las entradas anteriores, veíamos que Husayn ibn Alí había aprovechado la influencia del Imperio Británico para ser nombrado sherif de La Meca y Medina (1908); luego -en conspiración abiertamente desleal contra el Sultán y Califa, a quien había jurado obediencia- para intentar proclamarse soberano independiente del Hejaz (Febrero de 1914); finalmente, para organizar una rebelión para sustituir el Imperio Turco por su propio Imperio, una vez empezada la Primera Guerra Mundial, presentándose bajas falsas premisas: "el representante de todos los árabes sin excepción" y "capaz de levantar entre 100.000 y 300.000 árabes que sirven en el Ejército Turco, y pueden desertar para combatir al Imperio Otomano".

Sin embargo, Husayn y sus hijos -descendientes directos de la familia Hashemita, parientes del Profeta Muhammad- lo que pretendían en realidad es crear un Imperio Árabe -hereditario,  claro- que sustituyese al Imperio Otomano. Negociaron con ambos bandos (británicos y turcos) presentándose siempre como portavoces de "todos los árabes sin excepción" y, al final, se vendieron al mejor postor: los Aliados.

La promesa hashemita de agrupar en sus filas a casi todos los oficiales árabes del Ejército Turco era falsa: un 90% de los árabes continuaron combatiendo a favor de los turcos hasta la desestructuración de sus tropas (Octubre de 1918) mientras Husayn sólo logró reunir un máximo de diez a quince mil combatientes, no más de cinco mil a la vez.

Pese a la romántica propaganda de T. E. Lawrence  y los Orientalistas de El Cairo, y el silencio de los diplomáticos de Londres, la "Revuelta Árabe*" fue un fiasco militar y politico sin precedentes: costó millones de libras tomar unas cuantas ciudades (Medina, Aqaba, Ta'if) que podían haberse conquistado con tropas semiprofesionales de la mitad del tamaño y la décima parte del coste que supuso la "Revuelta árabe". Y, desde luego, recurrir a otros sheikhs más sinceros y fieles a sus tratos, como Abdulaziz ibn Saud, sin duda hubiera evitado las falsas acusaciones que, desde entonces, ha tenido que soportar el Imperio Británico y el mundo occidental.

Seguramente la acusación más repetida entre los árabes y sus simpatizantes (incluyendo muchos intelectuales de militancia anticolonialista, y recientemente entre los enemigos del Estado de Israel) fue que los franceses y británicos traicionaron a los Hashemitas (y a Lawrence de Arabia) al prometer un Estado Árabe independiente y, luego, repartirse el botín, mediante un tratado secreto; el acuerdo Sykes-Picot.

Vamos a ver en profundidad las condiciones en que se llegó a firmar este pacto.