En entradas anteriores hemos visto que en septiembre de 1939,
tras el principio de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno británico
intentó que Iraq declarase la guerra contra la Alemania
Nazi. Sin embargo, aunque el Primer Ministro Nuri
al-Said era partidario de los aliados, el fuerte
sentimiento antibritánico de la opinión pública iraquí hizo que
se tomase la "salomónica" decisión de romper relaciones con Alemania sin entrar
en guerra.
En marzo de 1940 Nuri Said dimitió, por la fuerte protesta popular, y fue sustituido por Rashid
Alí al-Galiani, que estaba muy influenciado por el Mufti de Jerusalén, Amin
al-Husayni, y el "Cuadrado de Oro"*, un grupo de militares nacionalistas que veían en la guerra la ocasión de librarse del yugo británico. El gobierno de Rashid Ali intentó mantener una neutralidad entre los dos bandos en conflicto, pero sus aliados le llevaron a adoptar una política que al Imperio Británico le pareció perjudicial para sus intereses; presionando al Regente Abd-Al-Ilah, lograron que cambiase a Rashid Ali por Taha al-Hashemi*. Los partidarios del Muftí y el "Cuadrado de Oro" no se resignaron al cambio de situación y, mediante un golpe de Estado, volvieron a imponer como Primer Ministro a Rashid Alí el 1 de Abril de 1941. Sin embargo este segundo mandato de Rashid Alí era, desde el principio, mucho más pro-nazi que el anterior; en una breve guerra, las tropas británicas, apoyadas por destacamentos de la Legión Árabe*, la Haganah, -Ejército Defensivo Judío- e incluso comandos del Irgún*, invadieron Iraq y derrocaron a Rashid Alí.