sábado, 2 de noviembre de 2024

DEIR YASSIN: EL COMBATE QUE TODO EL MUNDO EXAGERÓ (y V). PERO, ENTONCES ¿CUÁLES SON LAS CIFRAS?

Husayn al-Khalidi, Secretario
del Alto Comité Árabe
En las entradas anteriores hemos visto cómo, en el transcurso del conflicto que estalló entre las comunidades árabe y judía del Mandato de Palestina, tras la Partición votada en la ONU el 27 de Noviembre de 1947, los judíos prepararon una operación para abrir el corredor entre Tel Aviv y Jerusalén, que corría el riesgo de ser cortado por las fuerzas árabes del "Ejército de la Guerra Santa",* lo que hubiera dejado a más de 100000 judíos de Jerusalén cortados del resto del futuro Estado Judío.

La operación, que recibió el nombre de "Operación Najsom", incluía la captura de varios poblados árabes a ambos lados del corredor de Bab-al-Wad; entre ellos un lugar de entre 700 y 1000 habitantes llamado Deir Yassin.

La fuerza militar más importante de los judíos, la Haganah, no podía reunir las fuerzas suficientes para hacer toda la operación en solitario, así que pactó con dos grupos más pequeños, el Irgún y Leji, que tomarían el pueblo y lo mantendrían hasta que la Haganah les relevase.

El 9 de Abril de 1948, poco después de las 4 de la mañana, los milicianos de Leji e Irgún iniciaron un ataque en dos direcciones para coger en pinza a los defensores. Llevaban un vehículo con altavoz para intimar a la huida o rendición a los aldeanos, por imposición de Irgún; aunque cayó en una zanja, al menos prueba, más o menos, que no había intención de cometer una masacre.

La batalla fue dura, y los atacantes -no acostumbrados a batallas en campo abierto- tuvieron que reducir la resistencia de los árabes que se encerraban en sus casas de piedra abriendo la puerta con explosivos, para luego arrojar dentro una granada y entrar disparando ráfagas de ametralladora. Obviamente, esto causó muertes no buscadas entre las personas que se encontraban en la casa, incluyendo mujeres, ancianos y niños.

Según las últimas investigaciones, los atacantes sufrieron 5 muertos y unos 36-37 heridos; mientras que los defensores sufrieron unos 100-110 muertos y un número parecido de heridos.

Pero, durante décadas, se impuso el relato de que los judíos asesinaron a 254 personas (muchos, tras haberse rendido) y cometieron violaciones y atrocidades horribles. En la entrada anterior vimos cómo se llegó a construir la historia.

Nos quedan tres preguntas que responder: ¿Cuántos muertos hubo? ¿Fue una masacre intencionada? ¿Hubo violaciones y otras atrocidades?

Durante los primeros días tras el ataque a Deir Yassin hubo un feroz cruce de propaganda por todas las partes involucradas en el conflicto:

  • Husayn al-Khalidi, secretario del Alto Comité Arabe,* visitó (uno de los primeros dirigentes árabes en hacerlo) a los refugiados de Deir Yassin, y les conminó a exagerar el número de víctimas y a inventar historias de atrocidades. (1) Pese a las objeciones de muchos refugiados de que las atrocidades no eran ciertas (sobre el número de víctimas ellos no podían conocer gran cosa) al-Khalidi se salió con la suya (2) y algunos refugiados hicieron declaraciones en ese sentido; incluso enviaron telegramas a Jefes de Estado de países árabes. El propio al-Khalidi viajó a Egipto, Líbano, Siria y Transjordania, para invitar a sus gobiernos a la intervención.
  • La Haganah y la Agencia Judía* condenaron los hechos, emitiendo comunicados en los que negaban toda participación en los hechos (salvo para evacuar heridos y enterrar cadáveres) y culpando exclusivamente a Leji y a Irgún, a los que acusaron de "actuar por su cuenta, sin informar a la Haganah" y "haber traído la vergüenza al pueblo judío". Los dos Grandes Rabinos (askhenazi y sefardí) emitieron un comunicado conjunto de condena a los agresores (aunque, sin duda, no estaban muy al corriente de todos los hechos).
  • Irgún y Leji se indignaron ante la duplicidad de la Haganah (que había sido informada de la operación, la había aprobado e incluso había colaborado en sus últimas fases) y publicaron una carta del 7 de Abril enviada por David Shaltiel,* Comandante de la Haganah de Jerusalén, dando su visto bueno a la operación. Las relaciones entre Haganah y los otros grupos se tensaron hasta el límite, y no mejorarían hasta principios de Mayo.
  • Los británicos, por supuesto, culparon a Lehi e Irgún, y el Alto Comisionado Alan Cunningham* ordenó un bombardeo de las fuerzas de ambos grupos que permanecían en Deir Yassin el 14 de Abril, que no se llevó a cabo porque la Haganah se había hecho cargo ya del pueblo dos dias antes. Hubo también "marejada" en el Gobierno y el Parlamento británico, pero la opinión pública británica se mantuvo tranquila; si acaso, felicitándose de salir cuanto antes de este avispero.
En los días siguientes, la guerra civil entre las comunidades judía y árabe se recrudeció y, sobre todo por parte árabe, hubo menor tendencia a coger prisioneros. Los ataques al convoy médico Hadassah el 13 de Abril, con 79 muertos, la mayoría personal sanitario; y la masacre de Kfar Etzion, con 129 prisioneros asesinados, seguramente hubieran tenido lugar también, pero la magnitud hubiera sido mucho menor sin Deir Yassin.

Donde el ataque a Deir Yassin tuvo una trascendencia crucial fue en la huida de los árabes palestinos y el nacimiento del problema de los refugiados. Las historias sobre atrocidades y violaciones cometidas por los judíos, divulgadas por las autoridades y prensa árabes, corrieron por la comunidad palestina como el viento; y les aterrorizaron hasta tal punto que perdieron completamente la voluntad de resistir y huyeron. Y, si las exageraciones sobre el número de muertes tuvieron una parte en ello, lo que más influyó fueron las invenciones sobre desmembraciones y, sobre todo, violaciones, "tocaban una fibra sensible en el alma palestinasegún Hazem Nusaybah* . Los palestinos pagaron muy caro unos comunicados emitidos sin una correcta evaluación de la situación y de su psicología. (3)

David Shaltiel, Comandante
de la Haganah en Jerusalén
Historiografía

Durante los años que siguieron a los hechos, las versiones de los bandos participantes no se acercaron entre sí; por el contrario, cada grupo se enrocó más en su narrativa:
  • la versión oficial de los árabes acusaba a los judíos (descansaba la culpa en todos, unos por acción -los "disidentes"- y otros por responsabilidad política, la Haganah y la Agencia Judía) de haber cometido una masacre, con atrocidades comparables a las de los nazis.
  • la Haganah culpaba también a Irgún y Lehi de una masacre, aunque fuese no planeada ("se volvieron locos al ver las pérdidas sufridas"); aceptaba algunas atrocidades (no tantas como las versiones árabes) y se presentaba a su grupo y a la Agencia Judía como no advertidos a priori y como limpios de cualquier exceso cometido por "los disidentes" (4)
  • Irgún y Lehi se centraban en argumentar que no hubo masacre, ni intencionada ni sobrevenida, y que el resultado de la batalla había sido el producto de un duro enfrentamiento, con algunas muertes de mujeres y niños, lamentables pero inevitables.
La información que recibía el público en general era bastante coincidente con la versión de la Haganah, con la cifra de 254 muertos y las historias sobre violaciones y algunas atrocidades repitiéndose sistemáticamente. (5)

Hasta donde sabemos, la primera publicación seria que defendió que la cifra de muertos era muy inferior a la oficial fue la del historiador y alcalde de Jerusalén Arif al-Arif, (en los volúmenes I y VI de su obra "Naqbat", publicada entre 1956-61) que, tras hablar con varios supervivientes, dio la cifra de 110 muertos. Como al-Arif no se apartaba de la versión de la masacre (por ejemplo, decía que sólo siete eran combatientes) su relato no despertó gran polémica y, simplemente, la historiografía oficial consideró que debía tratarse de una lista parcial.

El Primer Martillazo a la conciencia de la historiografía sobre Deir Yassin lo dio el estudio de Sharif Kana'na y Nihad Zaytawi "Deir Yassin, pueblos palestinos abandonados", publicado por la Universidad árabe de Birzeit en 1987. En uno de sus capítulos (la obra no trata sólo de los hechos de Abril de 1948) los autores exponen una lista de 107 fallecidos que han logrado compilar tras una exhaustiva búsqueda entre los archivos civiles y testimonios de gente de Deir Yassin. Ésta vez los expertos se hicieron eco del trabajo y la cifra fue generalmente aceptada. 

Y en 1998, el documental de la BBC en seis partes "The 50 years war: Israel and the Arabs" presentó al gran público lo que los investigadores ya conocían y los supervivientes de Deir Yassin sabían desde el inicio: que el Alto Comité Árabe había distorsionado la realidad y creado una patrañas para obligar a los países árabes en el conflicto (ver nota 2). La cifra de 254 podía ya retirarse de las bibliotecas de los investigadores y quedar confinada a los trabajos de propaganda (y luego, a las redes sociales). 

Un trabajo mucho más específico sobre el tema de la "masacre", el del historiador palestino Walid Khalidi se publicó en 1999 en Jerusalén: "Dayr Yasin: Friday, 9 April 1948". En él, tras entrevistar a una treintena de supervivientes, Khalidi da una lista de 100 fallecidos y consigue reconstruir un mapa del pueblo, con las casas y las familias que habitaban en cada casa.

También hay autores israelíes que han escrito obras recomendables sobre el asunto, como Benny Morris, que ha tratado el tema en varios libros y escribió un interesante artículo ("La historiografía sobre Deir Yassin", 2005) o Yoav Gelber ("1948. Guerra, huida y el surgimiento del problema de los refugiados palestinos", de 2004; y el artículo añadido "Propaganda como Historia: ¿Qué pasó en Deir Yassin?", de 2005). Ambos autores son aconsejables; aunque se basan, quizás excesivamente, en la versión Haganah, que ha probado no ser del todo fiable. En cambio, es mejor huir de meros propagandistas, como el muy conocido y publicitado Ilán Pappé, que tiene mucho de activista y muy poco de historiador.

Recientemente, el trabajo más interesante es el de Eliezer Tauber, "La Masacre que nunca ocurrió; el Mito de Deir Yassin y la creación del Problema de los Refugiados Palestinos" (Nueva York, 2021). Tauber hace una revisión de los testimonios de los participantes en la acción y la historiografía disponible hoy en día, revisa 14 listas verosímiles de fallecidos y, finalmente, da su propia cifra de 101 muertos en el ataque a Deir Yassin, poniéndoles nombre y apellidos.

Tauber también concluye que, de los 101, se han podido determinar las circunstancias de la muerte en 84 personas. 61 de ellos murieron en circunstancias de combate (fueran ellos milicianos o personas que se encontraban con los combatientes). El resto pueden ser consideradas muertes "sospechosas". El incidente más grave se produjo cuando la familia Zaydan, tras ofrecer una feroz resistencia en su casa y herir a varios combatientes judíos (uno de ellos, Yehuda Segal, "Yiftah", murió unos días después) tuvo que rendirse al conseguir los atacantes entrar en su casa. Al salir a la calle con las manos en alto, uno de los miembros del Irgún más joven, gritó: "Ésta por Yiftah" y les disparó varias ráfagas de su ametralladora Bren. Once de la familia Zaydan murieron. El Comandante del Irgún de Jerusalén Mordechai Kaufman, que estaba presente, le increpó: "¿Qué has hecho?" a lo que el joven que había disparado respondió: "Uno de ellos tenía un rifle e iba a disparar..." Uno puede pensar que el joven miente y buscaba venganza por la suerte corrida por su compañero, pero también está claro que el incidente no estaba previsto, y no había órdenes de asesinar a los prisioneros.

Y es que, aunque por supuesto (como en todas las guerras) haya muertes que podrían ser dudosas o consideradas injustificadas en un conflicto bélico ideal, el número de muertes, la forma en que ocurrieron, y el hecho de que los atacantes capturaron cientos de prisioneros y los entregaron a los palestinos en Jerusalén Este descartan que el ataque haya tenido la intención de provocar una masacre o de que se volvieran locos en masa y cometieran las atrocidades que les atribuyeron. Entre los aldeanos que huyeron (y que los atacantes dejaron pasar hacia Ein Karem y las colinas alrededor de Deir Yassin) y los prisioneros que fueron entregados en Jerusalén, sobrevivieron un 90 % de los habitantes de Deir Yassin que se encontraban en el pueblo el día 8 de Abril. 

En cuanto a las atrocidades inventadas y promocionadas por Husayn al-Khalidi, nadie defiende seriamente ya los relatos de desmembramientos, cesáreas de fetos a la brava, violaciones en masa en Deir Yassin. Los mismos relatos de los supervivientes del pueblo negaban categóricamente tales hechos; y los relatos de los soldados y funcionarios que entraron al pueblo tras el fin de la batalla, examinados cuidadosamente, dejan claro que: 
  • todas las mujeres estaban vestidas (cosa rara en una violación masiva, que por otro lado requiere más tiempo del que los supuestos violadores tuvieron entre el cese de la resistencia y la evacuación de las mujeres).
  • las heridas abdominales y amputaciones traumáticas observadas por los sanitarios que entraron al pueblo parecían más consecuencias de explosiones o disparos de arma de fuego que de hachas y machetes.
  • los cadáveres encontrados en la cantera eran aproximadamente media docena (no ochenta, como se llegó a afirmar) y estaban quemados porque, en un momento dado, se pensó que era un método más rápido y eficaz para evitar una epidemia que enterrarlos.
  • Dos embarazadas murieron en la batalla (no 25, como contó Khaledi): una en una explosión y una, alcanzada por una bala.
  • No hubo concentración de mujeres y niños en una casa para derribar las paredes sobre ellos: la gente muerta bajo los escombros de las casas eran hombres y mujeres, que murieron cuando los atacantes asaltaron la casa y lanzaron una granada en el interior antes de irrumpir.
Durante años, los partidarios del relato de la "masacre" justificaron las negativas de los aldeanos a las denuncias de violaciones, ejecuciones en masa y otras atrocidades con los argumentos de que los habitantes de Deir Yassin se encontraban en shock, o que no querian reconocer las violencias sexuales para no perder el honor (un ejemplo de esta interpretación la tenemos en los informes de Catling y su grupo.

Pero éso no se sostiene ya tras el documental de la BBC de 1998. Porque resulta difícil imaginar que hubiese un pacto entre los habitantes del pueblo, para defender el honor del pueblo (porque incluía incluso a personas sin mujeres que pudieran haber sido deshonradas) y que siguiese en vigor 50 años después. Pero... ¿Podrían verse obligados por el pacto Nusaybah y los demás ajenos a Deir Yassin que también insistieron en que no hubo violaciones? ¿Podría justificar un Pacto de Honor entre los habitantes de un lugar que un extraño al pueblo hiciera unas graves acusaciones al Alto Comité Árabe, si no fueran ciertas?


Conclusiones

  • El día 9 de Abril se produjo un ataque de los grupos Lejí e Irgún al pueblo árabe Deir Yassin, que se encontraba en una posición estratégica sobre la carretera Jerusalén - Tel Aviv.
  • La Haganah conocía el plan, le dio el visto bueno, y facilitó algunas armas para la operación; también suministró algunas municiones y fuego de mortero en la última fase de la batalla.
  • Deir Yassin y Qastel inauguraban una nueva estrategia de los mandos judíos; en lugar de hostigar y atacar centros de población y retirarse, elegirían pueblos de valor estratégico, con la intención de ocuparlos permanentemente, o destruirlos si no pudieran retenerlos, para que el enemigo no pudiera reocuparlos. La población árabe podría quedarse, pero sería expulsada si fuese hostil. (6)
  • Los combatientes de Deir Yassin pensaban que el ataque judío, como otras veces, duraría unas horas, y luego se retirarían después de volar unas cuantas casas. Desconocían su intención de quedarse permanentemente. Con este punto de vista, resulta lógico su decisión de resistir; pero les fue funesto, porque los atacantes estaban también dispuestos a vencer a toda costa, y el número de bajas fue mucho más alto.
  • Los milicianos del Irgún y Lejí no estaban entrenados para el combate a campo abierto ni el asalto a núcleos urbanos. Estaban habituados al manejo de armas cortas y explosivos en ciudad (cometer un atentado y huir) y muchos apenas sabían manejar armas largas y maniobras de fuego de cobertura, avanzar hacia un parapeto, etc.
  • Así las cosas, cuando los árabes se refugiaron en sus casas y dispararon desde allí, causando muchas bajas, la única forma de anularlos era volar la puerta con una pequeña carga de gelignita, arrojar una granada y entrar disparando. Esto causaba la muerte de muchas de las personas que se encontraban en el interior, aunque no fuese la intención de los atacantes matar mujeres o niños.
  • En general, los prisioneros fueron bien tratados; aunque hubo algún episodio de asesinato tras haberse rendido (el más grave, el de la familia Zaydan) no fue la norma; de hecho los combatientes judíos habían recibido órdenes expresas de tratar bien a los prisioneros.
  • No hubo violaciones en masa, ni atrocidades como desmembramientos o decapitaciones. No se desnudó a las mujeres para pasearlas por Jerusalén (como también se dijo) ni se produjeron fusilamientos en masa.
  • No fue una masacre, si entendemos como tal un episodio organizado (premeditado o sobrevenido tras la rendición del enemigo) de muertes indiscriminadas de personas desarmadas o que se han rendido.

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* Enlaces en inglés. Aunque mis preferencias serán siempre enlazar a información en español, aunque sea menos completa, en algunos casos la diferencia en la información ofrecida justifica enlazar a páginas en otros idiomas. Ruego disculpen las molestias.

**Enlaces en francés

***Enlaces en otros idiomas

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  1. De ahí salieron algunas de las más coloridas descripciones de la "masacre", como los relatos de embarazadas abiertas en canal, niñas despedazadas, o niños tendidos en el camino y atropellados por camiones donde los judíos habían cargado a sus madres en la caja. El Alto Comité Árabe publicó fotografías de cadáveres desmembrados... que correspondían a episodios anteriores de cadáveres judíos asesinados por árabes.
  2. La actuación de al-Khalidi (distorsionando el episodio y el número de víctimas real) quedó reflejada en las entrevistas que concedieron testigos presenciales, incluidos supervivientes de Deir Yassin, a la BBC en 1998 para el documental en seis partes "The 50 years war: Israel and the Arabs". También  interviene Hazem Nusaybah,* por entonces Jefe Editor de Noticias Árabes del "Palestine Broadcasting Service", quien cuenta que al-Khalidi le dijo que tenían que presentar una imagen exagerada de los hechos para obligar a los países árabes a intervenir.
  3. Deir Yassin coincidió en el tiempo con la caída de Qastel (8 de Abril) y la derrota del Ejército de Liberación de al-Qawuqji en Mishmar Haemek (4-15 de Abril) y supuso el punto de inflexión en la desmoralización y derrota de la Palestina árabe. Un investigador árabe posterior daba las cifras de 60000 palestinos huidos de sus hogares hasta el 8 de Abril y hasta 350000 entre el 9 de Abril y el 15 de Mayo (proclamación de Israel).
  4. El gran apoyo de los partidarios del relato de la masacre fue el coronel Meir Pa'il. Al ser un judío, y antiguo miembro de la Haganah y el Palmach, su versión fue oro para ellos. El problema con su versión es que fue cambiando a lo largo de los años, añadiendo  detalles que nadie más recordaba, aumentando víctimas cada vez que era entrevistado, y modificando su propio papel en los hechos (cada vez dijo haber estado más tiempo en Deir Yassin, atribuyendo a Lehi e Irgún cada vez peor papel militar y más crímenes... Y al Palmach salvando la papeleta cada vez con menos hombres)
  5. Un ejemplo es la obra de Arafat Hijazi: "Deir Yassin: Raíces y la erradicación del crimen en el pensamiento sionista" (1978). Habla de más de 300 muertos, 250 (aproximadamente) no combatientes, y da una lista de 59 combatientes. Se apunta a todas las atrocidades relatadas, incluyendo el bulo de que los judíos apostaban sobre el sexo del feto antes de destripar a la madre embarazada (publicado primero en la revista egipcia "Proche Orient" a principios de los 50).
  6. Veremos un caso interesante de ésto cuando analicemos lo que ocurrió en Lydda

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