sábado, 14 de diciembre de 2024

MISHMAR HA'EMEK

Localización del kibbutz Mishmar
HaEmek, en la carretera de Haifa a 
Jenin
A principios de Abril de 1948, el conflicto entre las comunidades árabe y judía del Mandato de Palestina (básicamente, una guerra civil, sin intervención aún de ejércitos regulares) entró en su fase decisiva, por un lado con la Operación Najshón y la toma de Qastel y Deir Yassin en el Desfiladero de Bab-al-Wad, que permitía estrangular Jerusalén; y por otro con el intento del Ejército Árabe de Liberación (ALA)*, reclutado por la Liga Árabe y comandado en el terreno por Fawzi al-Qawuqji,(1) de tomar el kibbutz Mishmar HaEmek (el Vigía del Valle).

La victoria de las tropas judías en ambas batallas dio un cambio radical a la situación bélica y abrió una fase en la que se produjo la total derrota de las tropas árabes palestinas y la desintegración social de su comunidad.

Antecedentes

El kibbutz de Mishmar HaEmek ocupaba una posición estratégica muy relevante para el desarrollo del conflicto bélico que desde finales de 1947 enfrentaba a las comunidades judía y árabe del Mandato de Palestina y que, a principios de Abril de 1948, a 45 días de la retirada de las tropas británicas (prevista para el 15 de Mayo) y del fin del Mandato, estaba aún indeciso.

Está situado en el Valle de Jezreel, paso natural entre el Mar Mediterráneo y la Depresión del Mar Muerto (lo que ha sido causa que en su suelo se produjeran varias batallas históricamente trascendentales) y aproximadamente a medio camino de Jenin (ciudad totalmente árabe en 1948) y Haifa (ciudad de población mixta árabe - judía, la segunda ciudad del Mandato tras Jerusalén).
Entrada a Mishmar HaEmek en 1947

Haifa, además, albergaba el final del oleoducto que desde Mosul transportaba el crudo para ser procesado en la Refinería de la misma Haifa, y sus productos enviados en el puerto, cuya importancia económica era, por lo tanto, capital. De hecho, la intención de los británicos era abandonar el Mandato a través de este puerto el 15 de Mayo; por este motivo, aunque evitaron en lo posible inmiscuirse en las luchas entre árabes y judíos, cuidaron de que los combates no estorbaran su prevista evacuación.

Mishmar HaEmek era estratégicamente vital por otro motivo: al encontrarse a pocos kilómetros de la costa del Mar Mediterráneo, su posesión abría la puerta a una ofensiva del ALA, o (si se producía la invasión tras la marcha de los ingleses) de los ejércitos regulares árabes, que podían cortar la carretera Tel Aviv - Haifa, partiendo en dos el territorio judío, y aislando Galilea y Haifa.

En 1947, Mishmar HaEmek tenía 550 habitantes (2) de los cuales unos 170 eran hombres y mujeres combatientes. Con los refuerzos que recibieron del Palmaj durante la batalla, llegaron a unos 470 combatientes. Además, otras unidades de la Haganah participaron en el contraataque judío, en la Segunda Fase de la batalla.

El ALA era una fuerza compuesta principalmente de voluntarios y llegó a tener entre 7500 o 10000 hombres, encuadrados en varios regimientos. Su formación y entrenamiento eran muy desiguales; desde algunos desertores y combatientes de la Segunda Guerra Mundial, miembros de la Policía de Palestina, de la Policía de Fronteras, hasta simples guerrilleros veteranos de la Rebelión de 1936 y civiles enrolados con la atracción de lo que creían una victoria fácil y botín abundante.

Los comandantes y oficiales fueron, en muchos casos, comisionados por los ejércitos árabes (sirios, iraquíes, egipcios y transjordanos). Menos estos últimos, su rendimiento fue bastante deficiente. Otros mandos, salidos de las filas de las bandas guerrilleras que habían combatido contra ingleses y franceses en años previos, carecían por completo de la formación militar adecuada para un ejército de campaña.

La nacionalidad de los reclutas era también muy variable; provenían de todos los países árabes de la zona, y se añadieron también algunos (pocos) desertores europeos: británicos, alemanes, yugoslavos musulmanes, etc. La logística y la organización de las infraestructuras del Ejército fueron desastrosas, casi inexistentes. (3)

De los aproximadamente 4000-5000 combatientes que habían entrado en Palestina a finales de Marzo, ya encuadrados en sus unidades, unos 1000 (según estimaciones británicas) (4) participaron en el ataque a Mishmar HaEmek, soldados escogidos de los regimientos Al-Qadisyya, Hittin y 1º Yarmuk, bajo el mando del Tte Col. Safa, el capitán Madlul Abbas y el propio Qawuqji. Además, como en el caso de los judíos, unidades de otros regimientos del ALA intervinieron en la batalla, sobre todo en su segunda fase; y cientos de jóvenes de los pueblos árabes de alrededor se unieron al cuartel de las tropas de Al-Qawuqji, atraídos por la emoción de la aventura y el atractivo de los relatos heroicos de los guerrilleros veteranos.
Núcleos de población de 1948 y ahora

Además Fawzi Al-Qawuqji contaba con la presencia de varios poblados árabes rodeando el asentamiento, cuyos habitantes en un momento dado podrían reforzar sus propias tropas con unos cientos de hombres. Y, no menos importante, el ALA contaba con una batería de 10 piezas de artillería (7 de 75 mm y 3 de 105 mm), facilitadas por Siria (4); Al-Qawuqji esperaba que contribuyeran a decidir la batalla, porque en este conflicto aún no se había utilizado la artillería, y de hecho los judíos no tenían nada que se le pudiera comparar.

La batalla. Primera fase.

En las primeras horas de la mañana del 4 de abril, Al-Qawuqji dio la orden de desencadenar el ataque, con una intensa preparación artillera, que duró varias horas. Después, sobre las 17:00 (para minimizar el riesgo de intervención británica) sus tropas lanzaron un ataque, con casi un millar de combatientes, que fue contenido por los defensores en el perímetro del asentamiento con armas ligeras (sólo disponían de una ametralladora, unos pocos morteros de poco calibre, y ninguna artillería) y granadas. (5)

Durante la noche se retiraron los atacantes, y los 170 defensores del kibbutz recibieron el refuerzo de una compañía (unos 120 hombres) de la Brigada Golani. (6) Los dos días siguientes transcurrieron en una paz relativa, con disparos de francotiradores árabes y ocasionales bombardeos de artillería sobre los judíos.

En la noche del día 6 al 7 se produjo otro ataque de las fuerzas árabes, también contenido. A la mañana siguiente, una columna británica apareció ante el kibbutz y sugirió un Alto el Fuego. Qawuqji, que tenía prisa por acabar con la batalla para poder dirigirse a Jerusalén (desde donde le llegaron noticias de la pérdida de Qastel y los problemas militares de sus enemigos los al-Husayni) con su artillería y erigirse como el conquistador de la Ciudad Santa aprovechó para intimar al kibbutz a la rendición, prometiendo un trato justo. Los judíos rechazaron la idea, y sólo estuvieron de acuerdo con que los ingleses organizaran la evacuación de heridos, niños y mujeres.

Al-Qawuqji no tenía -al menos por el momento- intención de desencadenar otro asalto general, pero pensaba que el kibbutz había sufrido muchos más daños de los que realmente había tenido y que su capacidad militar había quedado prácticamente anulada. Como le corría prisa partir hacia Jerusalén, anunció a los cuatro vientos (en el diario "Filastin" y en la emisora de radio árabe) la conquista por sus tropas de Mishmar HaEmek, donde -declaró- "ondeaba la bandera árabe" y cuyos habitantes "habían sufrido un golpe del que nunca se recuperarían". (7)

Mientras tanto, los judíos rechazaron la oferta de los británicos de prolongar el Alto el Fuego. Inadvertidamente para Al-Qawqji, habían reforzado sus fuerzas en el Valle con unos 150 hombres más (los árabes también habían traído refuerzos de Jenin) y, bajo el mando del Comandante de la zona, Yitzhak Sadeh, estaban a punto de iniciar un contraataque.

La batalla. Segunda fase.

El día 8 de Abril, el mismo día que "Filastin" publicó el anuncio de la victoria de Al-Qawuqji, las fuerzas del Palmach y la Haganah desencadenaron su contraataque. Evitando el error de los árabes, que habían atacado en un frente estrecho sin prestar mucha atención a los flancos, Sadeh desplegó tropas de las brigadas Carmeli y Golani y, con la Guardia Territorial (Heil HaMishmar)* de los kibbutzim, partiendo de Joara, al oeste, y del mismo Mishmar HaEmek, atacaron las principales bases del Ejército Árabe de Liberación, con el objetivo de asegurar la retaguardia del kibbutz y estorbar las líneas de comunicación y abastecimiento de los árabes. Los judíos conquistaron el pueblo árabe más cercano, al-Ghubayya al-Tahta (que destruyeron en seguida) y progresaron hacia al-Ghubayya al-Fawqa y, a retaguardia del kibbutz, hacia Abu Shusha; el primero la tomaron el mismo día 8, y Abu Shusha en la madrugada del día 9, junto con varias colinas y puntos de interés estratégico.

La ofensiva progresó entre avances nocturnos judíos (que tenían mejor planteamiento estratégico) y ataques diurnos árabes que, dada su superioridad numérica y de potencia de fuego, obligaban al Haganah y Palmaj a retirarse de los puntos conquistados. Para evitar ésto, Sadeh pidió permiso a Ben Gurión para destruir los puntos que no pudieran mantener, y así impedir que los árabes se volviesen a fortificar en ellos. Ben Gurión accedió. (8)

Poco a poco, las fuerzas judías fueron limpiando de enemigos los pueblos de alrededor: Abu
Mapa de la zona de Mishmar HaEmek: en azul pueblos
conquistados durante la batalla; en rojo pueblos tomados
posteriormente por el Irgún 

Zuray al norte; Rihaniya y Daliyat al-Ruha hacia el oeste, al-Kafrayn al sur, al-Mansi y Naghnaghiya al este, presionando sobre las tropas de al-Qawuqji, que se encontraba en peligro de ser cercado. El
Comandante del ALA ordenó regresar a parte de sus tropas que trataban de forzar las defensas judías en Jerusalén, para montar un contraataque, y también encargó al Batallón Druso del ALA un ataque de distracción desde Shafa'arm, donde tenía su base, en dirección a Ramat Yohanan y Haifa. (9)

Al-Qawuqji lanzó un decidido ataque contra Mishmar HaEmek el 12 de Abril, pero sus hombres cayeron en una emboscada en los bosques que rodean al kibbutz y tuvieron que retirarse (10). Al mismo tiempo, la pérdida, a su retaguardia, de al-Mansi y Naghmaghiya amenazaba con rodear totalmente sus tropas. El capitán Mamoun al-Bitar, que había traído los refuerzos de Jerusalén, cayó herido (moriría pocos días después). Una serie de ataques frontales sobre al-Mansi fracasaron. A la desesperada, las tropas de al-Qawuqji (y él mismo) consiguieron escapar por los pelos antes de que se completara el cerco. El 15 de Abril todo había terminado.

Consecuencias

  • En su apresurada huida, al-Qawuqji consiguió escapar con su preciosa batería artillera. En su libro  "Ô Jerusalem" (Ed. Laffont, 1971, pg 296)  Lapierre y Collins hablan de "éxito" que le permitirá lanzar sus cañones sobre Jerusalén, pero no ocultan que, en resumen, el ALA había sufrido un desastre sin paliativos en Mishmar HaEmek. Los árabes habían sufrido más de un centenar de muertos (entre ellos varios oficiales) y varios centenares de heridos, mientras que por el lado judío murieron 19 combatientes, y un par de docenas resultaron heridos.
  • Estratégicamente, el bando árabe también sufrió un duro golpe: perdió toda posibilidad -al menos, hasta la irrupción de los ejércitos árabes regulares- de llegar hasta Haifa o la costa mediterránea; fue expulsado de las colinas del Valle de Jezreel, perdiendo las alturas sobre el valle, y empujado hacia Nablus y Jenin, ciudades completamente árabes, pero que empezaron a temer que la guerra llegara a sus puertas.
  • Psicológicamente, la derrota de Mishmar HaEmek destruyó la confianza de la población en el Ejército Árabe de Liberación: continuó el éxodo de refugiados; en muchas ocasiones la población civil huía sin siquiera esperar a que la guerra llegase a sus hogares.
  • Aunque Al-Qawuqji trató de disculpar la derrota ante sus superiores inventando una potencia inexistente de sus enemigos y magnificando exageradamente el daño causado a las tropas judías (11), los altos mandos del Ejército de Liberación fueron conscientes de su bajo rendimiento y asumieron que si querían evitar la proclamación del Estado Judío, debía ser a través de la invasión de Palestina por sus ejércitos regulares.
  • Es interesante recalcar el detalle de que, a pesar de la pérdida de confianza de sus superiores en la habilidad militar de Al-Qawuqji, siguió siendo el "generalísimo" al mando del ALA hasta el final de la guerra. Tal era la penurias de comandantes militarmente competentes entre los palestinos y las milicias irregulares, que no contaban con ningún posible sustituto.
En resumen, Abril de 1948 marca la desintegración de la sociedad palestina: las derrotas militares, la muerte de Abd-al-Qader al Husayni y Hasan Salama, sin que se vislumbrase ningún líder palestino que pudiese tomar el relevo; la pérdida de confianza en sus líderes; la falta de preparación para sustituir los servicios cívicos (suministros de luz, gas, agua, policía, higiene y sanidad, basuras, etc) que estaban desapareciendo con el final del Mandato y la partida de los británicos; y el terror y desmoralización que contagiaron los refugiados que huían de sus hogares (muchas veces, antes de que hubiese una razón objetiva para ello) fueron las causas principales de la Naqba, y no la expulsión forzosa de los árabes a manos de los judios. 


Una sociedad desmoralizada, con estructuras arcaicas, incapaz de reaccionar y asumir su autogobierno, y carente de líderes en su comunidad, o sin confianza en ellos, pasó a poner su destino en manos de los países árabes vecinos, que debían venir a salvarlos. Y cuando éstos no pudieron hacerlo, todo se desmoronó.

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* Enlaces en inglés. Aunque mis preferencias serán siempre enlazar a información en español, aunque sea menos completa, en algunos casos la diferencia en la información ofrecida justifica enlazar a páginas en otros idiomas. Ruego disculpen las molestias.

**Enlaces en francés

***Enlaces en otros idiomas


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  1. Fawzi al-Qawqji (Trípoli o Beirut, Líbano, 1890? - Beirut, Líbano, 1977) fue un político y militar nacionalista árabe. Combatió toda su vida por el sueño de una gran patria árabe unificada y participó en todos los conflictos militares de Oriente Medio del s. XX: Guerra italo-turca de 1912; Primera Guerra MundialRevuelta siria de 1925; Gran Revuelta Árabe de 1936-39; Guerra anglo-iraquí de 1941, Guerra Civil en el Mandato de Palestina, y Primera Guerra árabe-israelí (1947-49). Tras la derrota de los árabes en esta última guerra, desilusionado y sin esperanzas de ver su sueño cumplido, se retiró de la vida pública y vivió hasta su muerte de una modesta pensión.
  2. Fondo Nacional Judío (1949). Aldeas judías en Israel . Jerusalén: Hamadpis Liphshitz Press
  3. En parte por la tremenda infravaloración del enemigo, y en parte por la ambigüedad de los gobiernos árabes, divididos entre unos dirigentes que sabían que sus países no estaban preparados para la guerra y una opinión pública que exigía la expulsión de los judíos para ayer, no se había contemplado la necesidad de organizar el avituallamiento, dejando al pillaje de los asentamientos judíos el crucial asunto del abastecimiento de tropas (lo que trajo como consecuencia que, dado que las tropas de Al-Qawuqji no capturaron ni un solo establecimiento enemigo, terminaron extorsionando a las propias poblaciones árabes); su organización sanitaria era poco menos que inexistente, y sus botiquines no disponían de otra cosa sino de aspirinas® y laxantes. (Lapierre & Collins, "Ô, Jerusalem" Ed. Robert Laffont; Paris, 1971. Pg.212)
  4. Resulta difícil calcular en número de atacantes. La mayoría de las fuentes refieren que fueron unos 1000 soldados del ALA (oscilando entre 700 y 1500), tal vez porque ésa fue la cuenta de los británicos, A ellos se deben sumar varios centenares de voluntarios entusiastas de los pueblos vecinos, aunque resulta dudoso que resultaran de mucho valor militar. Amiram Ezov (2016) "Arab army vs. a Jewish kibbutz: the battle for Mishmar Ha’emek," April 1948, Israel Affairs, 22:1, P.106. 
  5. El ataque del ALA se paralizó cuando unos pocos proyectiles de mortero de 2/3 pulgadas cayeron sobre los atacantes y provocaron una desbandada general entre algunos escuadrones. Al-Qawuqji llevó ante una Corte Marcial de la Liga Árabe a algunos de los oficiales, por cobardía e incumplimiento del deber.
  6. El ataque no fue una sorpresa para el Yishuv. Unos días antes, el 1 de Abril, Yehoshua Palmon (experto en Asuntos Árabes de la Agencia Judía) se había reunido con Al- Qawqji, para discutir asuntos sobre las relaciones entre árabes y judíos. El árabe le dijo que no estaba especialmente mal dispuesto contra los judíos, pero que éstos deberían abandonar su sueño de independencia y aceptar ser una minoría protegida en un país árabe. También hizo notar su odio hacia el Muftí y su intención de no ayudarle en la Carretera de Jerusalén (Palmon tomó buena nota: no interferiría en la Operación Najshón) y fanfarroneó con una futura victoria sobre la Haganah en el Valle de Jezreel. Palmon se apresuró a poner sobre aviso a la Comandancia de la Haganah y del Palmach de la zona. (Lapierre & Collins, op.cit. Pg.257)
  7. Efraim Karsh ; "Palestine Betrayed", Yale University Press, (2010) pg 122-123)
  8. Los habitantes de los pueblos habían huido en su gran mayoría; pero, al ser destruidas sus casas, no tenían posibilidad de retorno. Fue la primera vez que Ben Gurion autorizó una expulsión forzada. Benny Morris: "The Birth of the Palestinian Refugee Problem revisited", Cambridge University Press, New York, 2004. Pg 240
  9. El ataque a Ramat Yohanan, que comenzó unos días después, lo protagonizó el regimiento druso del ALA, que comandaba Shakib Wahab. Pese al derroche de valor de los drusos (realizaron hasta nueve ataques) sufrieron elevadas pérdidas, y quedaron exhaustos y con escasa munición, en riesgo de ser aniquilados. Algunos oficiales drusos, encabezados por Ismail  Kablan, que sería el primer oficial ruso de las IDF, entablaron negociaciones con Yigael Yadin (sin saberlo Wahab), y cientos de drusos desertaron para unirse al Haganah. (Yoav Gelber: "Druze and jews in the war of 1948"; Middle Eastern Studies Vol. 31, No. 2 (Apr., 1995), pp. 229-252)
  10. Chaim Herzog and Shlomo Gazit: "The Arab-Israeli Wars. War and Peace in the Middle East". Frontline Books, 2010. Pg 28.
  11. Al-Qawuqji telegrafió a Ismael Safwat, Jefe Militar del ALA sobre el papel, que los judíos contaban con "120 tanques, [....], 12 baterías de 75 mm, 6 escuadrillas de bombarderos y cazas" y "una División completa de infantería, con un regimiento de comunistas no judíos". Pese a ello, en sus Memorias declaró que sus hombres habían causado al enemigo varios centenares de muertos, y otros tantos heridos, mientras que ellos solo habían tenido seis muertos y veinticuatro heridos. (Fawzi al-Qawuqji, "Memoirs,1948."Journal of Palestine Studies Vol. I Nº 4.- Summer 1972, Pgs 35-48)

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