Acre (conocida también como Akko por los israelíes y Akka por los árabes) es una ciudad de Israel, situada en la extremidad norte de la Bahía de Haifa, en el Mar Mediterráneo. En 2022, tenía algo más de 50000 habitantes: 56,53 % judíos, 32,36 % árabes, y el resto de otras procedencias.
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| Acre en la segunda mitad del s. XIX |
En el siglo XII los Cruzados construyeron una fortaleza en un saliente sobreelevado, al norte de lo que por entonces era la población. Destruida por el sultanato mameluco de Egipto en 1291, sobre sus ruinas se reconstruyeron unas fortificaciones en el siglo XVIII, bajo el dominio del Imperio Otomano, que albergaron el Palacio del Sheikh, prisiones (entre 1868 y 1871 el fundador de la fe Bahá'í*, Baháʼu'lláh*, estuvo allí encarcelado) y guarnición militar. Tras su conquista por los británicos en 1918 se contruyó allí la prisión más segura del Mandato Británico: la Prisión de Acre.
El 4 de Mayo de 1947 el Irgún dirigió a plena luz un espectacular asalto contra el Penal. Este ataque y sus consecuencias marcó el crepúsculo del Mandato de Palestina,
¿Qué pasó? Veámoslo
Los británicos construyeron allí su prisión central del Norte de Palestina, no por esta distribución demográfica, ya que en la historia de la prisión estuvieron detenidos y fueron ejecutados muchos más árabes y musulmanes que judíos. Simplemente, las fortificaciones hacían el penal invulnerable... o casi.
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| Réplica de una horca británica en el"Underground Prisoners Museum", en el antiguo penal de Acre |
- En los Disturbios de 1929* murieron asesinados 133 judíos y, al menos, 116 árabes (la mayoría por la Policía británica que reprimió los pogromos de alborotadores árabes contra los judíos). Tras el final de la violencia, 174 árabes y 109 judíos fueron acusados de asesinato o tentativa de asesinato. 26 árabes árabes y 2 judíos fueron sentenciados a muerte; tras las correspondientes apelaciones y medidas de gracia, sólo tres personas, árabes, fueron colgados en el Penal de Acre. (2)
- Durante la Revuelta Árabe de 1936-1939 la Prisión de Acre fue también protagonista en la represión británica contra la rebelión. Miles de detenidos pasaron por ella; de ellos, fueron ejecutados 108 árabes y 2 judíos. (3)
- Al final de la Revuelta Árabe, los judíos, conscientes de que los árabes nunca consentirían la creación de un Estado Judío ("ni del tamaño de un sello de correos", en palabras del Muftí Amin al-Husayni), plantearon la necesidad de crear un ejército profesional, y tanto Haganah como Irgún crearon cursos para suboficiales y oficiales. Pero ésto chocaba con la lógica de los británicos, para los que -logicamente- ellos debían ser los únicos que controlaran las fuerzas militares. Pese a la ayuda prestada por los judíos para derrotar la Revuelta (sobre todo con los Escuadrones Nocturnos Especiales* de Orde Wingate*), casi cien militantes de Haganah e Irgún fueron detenidos y encarcelados en Acre. Entre ellos estaban futuros militares de las FDI como Moshe Dayan o Moshe Carmel (4)
- Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, con el aumento de la insurgencia judía (Irgún, Lejí y, a temporadas, Haganah) también aumentaron las detenciones y encarcelamientos de activistas judíos en Acre. En la primavera de 1947, cuatro miembros del Irgún habían sido condenados a muerte y, pese a multitud de peticiones de clemencia, fueron ahorcados en Acre el 16 de Abril: Dov Gruner, detenido tras un asalto a la comisaría de Ramat Gan* para conseguir armas, Yehiel Dresner*, Mordechai Alkahi* y Eliezer Kashani*; estos tres últimos tras ser detenidos en un control en la "Noche de las palizas"*. (5) El Irgún había hecho preparativos para intentar liberarlos mientras estuvieron detenidos en la prisión de Jerusalén; (6) pero, trasladados a Acre dos días antes de su ejecución (los británicos no sabían nada de los planes de liberación, pero consideraban más segura, y con razón, la fortaleza de Acre), sus compañeros no pudieron hacer nada.
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| Hombres del Irgún disfrazados de británicos |
Consecuentemente, dispuso también puestos de contención en Acre, para evitar que la Comisaría de Policía enviase refuerzos a tiempo, y en las rutas desde Haifa hacia el Este, para evitar que se cortase el camino a Binyamina, en Samaria, que iba a ser el primer relevo en la ruta de fuga antes de dispersarse hacia los lugares de refugio.
El día y hora de la operación también fueron elegidos cuidadosamente: un domingo a las 4 p. m. Tras el ejercicio en el patio, la mayoría de los presos árabes estarían en sus celdas; el número de guardianes (en un día laborable, 132 guardias árabes y 8 soldados británicos) estaría reducido por los que estaban de permiso; y habría menos aglomeración en la Ciudad Vieja, lo que permitiría mejor el tránsito de los "ingenieros".
La acción
A las 4 p. m. del 4 de Mayo, se inició la operación: los vehículos camuflados se dirigieron hacia la porción de muralla donde iban a detonar los explosivos lo que, según los planes, sería a las 4'15. Normalmente, los presos eran devueltos a las celdas tras la hora de ejercicio; pero, en domingo, todo era más relajado, y se permitía que se quedaran más por el patio. Los presos judíos que no iban a participar en la fuga bajaron al patio a hacer ruido, para distraer a los guardianes y los presos árabes. Los hombres que iban a escapar se quedaron en las celdas, con las puertas abiertas, para correr hacia la muralla en cuanto se produjera la explosión.
| La prisión de Acre tras el asalto |
El camión más grande estacionó ante las puertas de la prisión, como estaba previsto; pero los pequeños, sin embargo, tuvieron dificultades para atravesar las abigarradas multitudes (pese a la hora) de árabes con sus mulas, puestos de comerciante, etc. Finalmente, con siete minutos de retraso, los "técnicos de reparaciones" consiguieron colocar las bombas con sus mechas. La explosión se produjo a las 4'22 p.m.
El estruendo sacudió toda la prisión, cogiendo por sorpresa a los guardianes y a los presos árabes, muchos de los cuales entraron en pánico y corrieron hacia sus celdas o por el patio, añadiendo confusión al caos que se produjo.
Los prisioneros que iban a fugarse se habían dividido en tres grupos:
- El primero de ellos, con 11 efectivos bajo el mando de Menájem Malatzky* y Michael Ashbel*, salió corriendo en cuanto oyeron la explosión, volaron una tras otra las dos puertas de hierro con los explosivos introducidos de contrabando desde el exterior y se lanzaron rápidamente contra el agujero que se había abierto en la muralla.
- El segundo grupo, dirigido por Dov Efrat*, constaba de 22 prisioneros, incluyendo a Livni y Zettler. Una vez despejado el camino hacia la sala de keroseno por el primer grupo, su misión era mantenerlo abierto, frenando la posible reacción de los guardias y la hostilidad de los prisioneros árabes. Para ello montaron una barricada con material inflamable, al que prendieron fuego, y utilizaron armas improvisadas, incluyendo granadas artesanales.
- El tercer grupo, con los 8 combatientes restantes, comandados por Menájem Schiff*, del Lejí, tenía la misión más peligrosa: evitar que los guardias del tejado ametrallasen al segundo grupo, para ello, dispararon y lanzaron granadas artesanales contra ellos, hasta que los demás hubieron salido, y luego se dirigieron también hacia el boquete.
El grupo de Malatzky y Ashbel había montado en uno de los camiones pequeños y, con varios componentes del comando de ataque, había partido en cuanto estuvo lleno. Los otros dos grupos de fugados se amontonaron en los dos camiones restantes. Pese a algún problema mecánico y un intento de la multitud de árabes de la Ciudad Vieja (que empezaban a caer en la cuenta de que, tras la explosión de unos minutos antes, los extraños fugitivos bien podían ser terroristas judíos) por cortarles el paso, consiguieron escapar con sólo una baja: Jaim Applebaum, del Lejí, muerto por una bala en el abdomen disparada desde los grupos que intentaban cortar el paso a los camiones.
Mucha peor suerte tuvo el primer camió, cuya ruta de escape seguía cerca de la carretera de la costa. Por casualidad, un grupo de paracaidistas británicos que habían aprovechado el domingo para ir a bañarse al mar, al oír la explosión en la ciudadela se vistieron deprisa, cogieron sus armas y, al ver al camión huir de Acre a excesiva velocidad, le dispararon.
El camión, con varios heridos, trató de huir, pasando cerca de donde esperaba el jeep de Dov Cohen y sus dos compañeros. Cohen, vestido de capitán, hizo gestos a los británicos de cesar el fuego. Inicialmente obedecieron, pero el conductor del camión perdió el control y estrelló el vehículo contra un grupo de cactus. Los ocupantes que aún se valían intentaron escapar, secuestrando un camión árabe que circulaba por la carretera, y Cohen y sus compañeros intentaron cubrirles.
Evidentemente, los paracaidistas se dieron cuenta de que el "capitán" era falso y los hombres que habían salido del camión eran, con toda probabilidad, terroristas. Dispararon sobre ellos con sus ametralladoras y, cuando todo acabó, todos los judíos del grupo, incluyendo a Cohen y sus dos hombres, estaban muertos o gravemente heridos menos dos. Los británicos detuvieron a los que aún estaban vivos y los trasladaron a la Comisaría de Policía de Acre. Sólo un hombre de este grupo (Nissim Benado) escapó, pero gravemente herido, y murió al día siguiente en un escondite de Haifa.
Casi todos los grupos de bloqueo escaparon sin problemas, incluyendo los "árabes" que habían disparado sobre el 2º Batallón de la 6ª División. Hubo una excepción. Por olvido o por error, Dov Solomon, el segundo al mando de la operación tras Dov Cohen, no había conseguido avisar a uno de los puestos, y los tres combatientes (Avshalom Haviv*, Yaakov Weiss* y Meir Nakar*), junto con otros dos que fueron arrestados, sin armas, a poca distancia de Acre (Amnon Michaelov y Nahman Zitterbaum, ambos menores de edad). Fueron detenidos sin que ofrecieran resistencia y serían juzgados poco después.
Consecuencias
De los 41 presos judíos que escaparon de la prisión, consiguieron escapar 27 (20 de Irgún y 7 de Lejí); 5 resultaron muertos (6 según algunos informes), y los demás fueron heridos y/o vueltos a capturar. Del grupo de atacantes, 4 murieron (3 según otros, totalizando 9 fallecidos) y 5 fueron detenidos, como ya hemos explicado. Aunque el coste de la operación en término de vidas fue alto para Irgún y Lejí, casi todas las bajas habían sido producto de mala suerte (la irrupción inesperada de los paracaidistas que estaban en la playa) o un grave error (no avisar a uno de los controles); sin embargo, la organización, planificación y conducción del asalto había sido prácticamente impecable, sorprendente para la "banda de asesinos" que las autoridades del Mandato presentaban al mundo.
No es de extrañar que el Ataque a la Prisión de Acre, en términos propagandísticos y de moral, resultara una absoluta victoria. Haber entrado en una fortaleza considerada inexpugnable, en medio de una ciudad completamente árabe; conseguir huir con cuarenta presos, bloqueando o burlando los controles de carretera británicos, y esconderlos en lugares que los registros policiales y del Ejército no lograron descubrir, fue un golpe mortal para el prestigio británico en el mundo. Todos los medios de comunicación del mundo reprodujeron los detalles del operativo, cuando se fueron conociendo, y se sorprendieron de la organización y determinación de los asaltantes.
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| Monumento a la Fuga de la Prisión, en Acre |
En cambio, la Agencia Judía y la Haganah se desmarcaron del ataque a la prisión, criticando el alto número de vidas perdidas y la liberación de muchos nacionalistas árabes peligrosos que podrían tomar las armas nuevamente contra los judíos. Sólo algunos kibbutzim y miembros de la Haganah, a título individual, ayudaron al Irgún a retrasar unas horas la persecución británica (12).
El Parlamento de Londres pidió explicaciones al Gobierno laborista, y la oposición conservadora -cada vez más apoyada por la opinión pública- exigió medidas (militares, pero también políticas) que acabasen con la violencia y, en caso de no ser capaces, que se devolviese el Mandato a las Naciones Unidas.
De hecho, la Cuestión palestina ya estaba en las Naciones Unidas. El 14 de Febrero de 1947, el Secretario de Colonias Arthur Creech Jones* había anunciado que, debido a la imposibilidad de encontrar por sí mismo una solución al avispero de Palestina, tenía la intención de llevar el problema ante las NU; más adelante, ante el agravamiento de la situación, el Reino Unido pidió la convocatoria de una sesión especial de la Asamblea General, que comenzó el 28 de abril de 1947. O sea, una semana antes del asalto al Penal de Acre. (13)
Las noticias del asalto a la prisión convencieron a la Asamblea General de las NU de la imposibilidad de los británicos para manejar la situación, y se aceleró la creación de un Comité Especial de las Naciones Unidas para Palestina (UNSCOP), que se nombró el 15 de Mayo y empezó sus trabajos sobre el terreno el 16 de Junio de 1947.
Mientras tanto, la tragedia seguía. El juicio de los 5 miembros detenidos en el Asalto al Penal de Acre (Avshalom Haviv, Yaakov Weiss, Meir Nakar, Amnon Michaelov y Nahman Zitterbaum) había comenzado el 28 de Mayo. Según las leyes británicas, Michaelov y Zitterbaum no podían ser condenados a muerte por su juventud (eran menores de edad), pero se temía que el resto de procesados fuese condenado a muerte.
Y así fue. El 16 de Junio (el mismo día que la UNSCOP empezó sus trabajos), el tribunal sentenció a Haviv, Weiss y Nakar a ser ahorcados. El Irgún había declarado, tras la ejecución de Feinstein y Barazani, que responderían a los "juicios con juicios, y ejecuciones con ejecuciones". Pese a las medidas de protección que tomaron los británicos para evitarlo, y tras varios intentos fallidos (alguno de ellos por la colaboración de la Haganah con los británicos), el Irgún consiguió secuestrar, el 11 de Julio, a dos sargentos -Clifford Martin y Mervyn Paice- que se encontraban de paseo.
La sentencia de los tres miembros del Irgún se cumplió el 29 de Julio. Al día siguiente, el Irgún anunció el asesinato de los dos sargentos, cuyos cadáveres aparecieron colgados de unos eucaliptos. En los días siguientes, se desencadenó un estallido de represión policial británica (detenciones, registros, palizas, demoliciones de vivienda), acompañada de violencia no autorizada de las fuerzas de seguridad contra la comunidad judía (cinco judíos murieron por disparos de la policía) y disturbios antisemitas en Palestina y en muchas ciudades de la propia Gran Bretaña.
Pero el "asunto de los sargentos"* fue el canto del cisne del Mandato de Palestina. La opinión pública británcia, cada vez más harta de que sus hijos murieran por la patria, en una tierra lejana, por reprimir a quienes habían sido víctimas de Hitler en mucho más grado que ellos, se indignó por el antisemitismo de parte de sus conciudadanos y de sus fuerzas de seguridad, en tanto o mayor grado que con la muerte de sus sargentos. Por supuesto, la repulsa fue aún mayor en el resto del mundo, sobre todo en los EEUU.
No hubo más ahorcamientos de judíos en Palestina tras el 29 de Julio de 1947. El Mandato daba sus últimos suspiros. El 2 de Septiembre la UNSCOP entregó su informe, en el que se recomendaba la terminación del Mandato y -por mayoría- la Partición, que se votó en la Asamblea General el 29 de Noviembre de 1947
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- Barron, J.B., ed. (1923). "Palestine: Report and General Abstracts of the Census of 1922". Government of Palestine.
- Atta Ahmed el Zeer, Mohammad Khaleel Jamjoum y Fuad Hassab el Hejazi fueron ahorcados el 17 de Junio de 1930. Los árabes palestinos consideraron "mártires" a los tres ejecutados, y ese día pasó a conmemorarse como el "Martes Rojo", un día de duelo para toda la comunidad.
- Levenberg, Haim: "Military Preparations of the Arab Community in Palestine, 1945-1948" (Frank Cass and Co, London, 1993). Pg 74-76. Uno de los judíos ejecutados fue el primer "mártir" del Irgún ahorcado por los británicos en Acre: Shlomo Ben-Yosef*, el 29 de Junio de 1938.
- https://www.akko.org.il/en/attraction/the-underground-prisoners-museum/
- Como Shlomo Ben-Yosef y los dos miembros de Lejí ejecutados en El Cairo por asesinar a Lord Moyne, los cuatro activistas fueron calificados como "mártires" y forman parte de la lista de los doce "Olei Hagardom"* (ampliada a quince tras el gobierno de Menájem Begin*): los que dieron su vida por el nacimiento del Estado.
- Begin, Menájem: "La Rebelión"; Ed. Plaza y Janés (1978), Ed. Digital Epub: Pg. 337.
- http://users.cecs.anu.edu.au/~bdm/yabber/census/VSpages/VS1945_p04.jpg
- https://www.jewishvirtuallibrary.org/the-acre-prison-break
- Años después se supo que, al parecer, el Irgún había contado con la colaboración del ingeniero y arquitecto estadounidense (de origen ruso) Peres Etkes, que dirigió a principio de los años veinte la construcción de la prisión para los británicos. Etkes, que era sionista, facilitó al Irgún los planos de la prisión.
- Por supuesto, los árabes acabaron descubriendo el agujero, y en la hora siguiente al asalto del Irgún, escaparon 214 prisioneros árabes. Dado que Acre era una población casi exclusivamente árabe, les fue fácil encontrar ayuda; y como los británicos se dedicaron a perseguir sobre todo a los del Irgún y Lejí, la mayoría de los árabes (182) evadieron la captura.
- Allí, varios de los heridos fallecieron en las horas siguientes, sin atención médica.
- Bowyer Bell, J: "Terror out of Zion. The Shock Troops of Israeli Independence" Avon Discus Books (New York, 1977) Pg 272
- Sin embargo, y aunque el propio Reino Unido había sugerido la creación de un Comité que estudiase soluciones a la situación, entre sus intenciones reales no estaba renunciar a gobernar el Mandato de Palestina; más bien pretendía ganar tiempo y que el Comité que se nombrase, al no encontrar una solución mejor, volviese a apostar por la continuación del Mandato. Los británicos estaban formando en torno al Canal de Suez un eje de países nominalmente independientes pero aliados suyos, con Egipto, Jordania e Iraq, y querían que Palestina formase parte de ellos.




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